El sitio pautado: el restaurante del Fortín Solano, símbolo histórico-cultural de nuestro Puerto Cabello, estado Carabobo, ubicado en el parque nacional San Esteban, joya arquitectónica construida como fortaleza militar en 1766 y que hoy se ha convertido en un espectacular y súper atractivo mirador turístico, con tiendas, cafetines y hasta un museo, con servicios de seguridad e información. Y tengo que decirlo: me sorprendió lo bien cuidado que está y los invito a visitarlo pero también a mantenerlo.
Luego de 22 años decidimos reunirnos por segunda vez, el primer gran reencuentro fue en 2010 para conmemorar el vigésimo aniversario de nuestra graduación que fue el 27 de julio de 1990.
En esta segunda oportunidad asistimos 22 graduandos, la emoción de volvernos a ver era tal que entre risas, lágrimas, gritos, carcajadas, muchas fotos y camisas firmadas, se acercó a nuestra larga mesa la encargada del restaurante: “Yo sé que están muy emocionados por el reencuentro, pero por favor bajen la voz”, dijo con mucho respeto.
Definitivamente estábamos alborotados, jajjajjajaja
También hubo momentos para recordar a quienes ya no están en este plano.
Fue gratificante que nuestros hijos y algunos esposos y esposas compartieran con nosotros ese momento, porque como bien lo dijo alguien: “Después de 22 años, ya no estamos solos, cada uno tiene su familia”.
Cabe destacar la magnífica organización, la energía y el entusiasmo en la convocatoria que le impregnaron a este segundo gran reencuentro Nathalie Patricia Rojas (Pato) y Luisancy Ladera. ¡Las felicito enormemente!
Luego de cerrar la cuenta, nos repartimos entre los carros y seguimos la rumba en casa de Hank García, donde siguió llegando más gente, bailamos y celebramos hasta las 3 de la mañana.